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El apego dependiente en una relación de pareja

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Apego dependiente pareja

Hay quien se apega a una pareja solo porque encuentra tranquilidad. Otros se entremezclan porque no pueden estar solos. También están los que se juntan para sentirse “alguien” y no menos los que se aparean sin fin, con el fin de deleitarse en una cama. Estos y otros, mantienen maneras distintas de apegarse pero con un elemento común: la dependencia. De una manera más o menos “aceptada”, hablaremos aquí de algunos motivos por los cuales, los seres humanos nos unimos de manera dependiente.

Nuestra historia personal afectiva viene dada por los valores y educación recibidos en el seno de nuestra infancia. En nuestro entorno familiar, con nuestros principales cuidadores, forjamos sin ser conscientes de ello, un sello que se estampa invisiblemente en lo más primario de nuestra psique. Esto nos acompañará toda la vida y nuestros vínculos futuros, dependerán mayoritariamente de cómo nos apegamos en esa etapa tan temprana. 

Antes de adentrarnos a los tipos de apego más comunes, considero interesante mencionar estas palabras (1977) del famoso y gran psiquiatra infantil, John Bolwlby, autor de la teoría del apego:

“lo que por motivos de conveniencia denomino teoría del apego, es una forma de conceptualizar la tendencia de los seres humanos a crear fuertes lazos afectivos con determinadas personas en particular y un intento de explicar la amplia variedad de formas de dolor emocional y de trastornos de personalidad, tales como la ansiedad, la ira, la depresión y el alejamiento emocional, que se producen como consecuencia de la separación indeseada y de la pérdida afectiva”

Dicho esto y según  expone el famoso psicólogo Walter Riso en su libro ¿amar o depender?, cinco son los tipos de apego dependiente con los  que solemos relacionarnos en nuestras relaciones de pareja. Veamos;

I. Apego a la seguridad/ protección

Este tipo de apego es muy resistente. Se caracteriza por buscar la seguridad/protección en otras personas ya que el sujeto en cuestión no es capaz de hacerse cargo de si mismo. La realidad es percibida como una amenaza y ante ella se necesita “protección”. Da igual el grado de felicidad que proporcione el vínculo. Aquí lo importante es “ no estoy seguro” Este tipo de vínculos dan como resultado la dependencia y la poca autonomía. La explicación a este modo de relacionarse está en la sobreprotección parental durante la niñez.

II. Apego a la estabilidad/confiabilidad

En este segundo tipo de apego encontramos el terror al abandono y el miedo al rechazo afectivo. El conflicto aquí no radica en una baja autoestima sino en la insoportabilidad de poder ser rechazado. Da igual como se comporte el otro dentro de la relación, lo importante es que “ no haya abandono” La explicación de este tipo de apego radica en pérdidas, rechazos e infidelidades no procesados de manera adecuada.

III. Apego a las manifestaciones de afecto

En este modelo de apego el objetivo radica en sentirse amado, más que sentirse abandonado. El déficit es una baja autoestima ( “no soy querible”) Siendo así, cuando alguien se acerca en la conquista aparece un nuevo temor, el del miedo a sufrir. De esta manera, lo que era un problema se convierte en dos;” necesito el amor pero le tengo miedo” El miedo al desamor se convierte en necesidad de ser amado. Si el “conquistador” convence al sujeto, el apego se producirá como una droga y el sujeto vivirá hipervigilante para comprobar que ese “alguien me quiere” sigue constante. De no ser así, “ la persona dejará sangre, sudor y lágrimas para recuperar aquel ser que se fijó en ella.

IV. Apego a las manifestaciones de admiración

Este tipo de apego radica en un bajo autoconcepto. Aquí encontramos a personas que no se sienten atractivas y que encontrar a quien las admire, hará que se produzca el apego dependiente. No importa que se dé en la relación ni como se produzca. Lo importante es “lo que me admira” ( que yo no puedo admirar de mi mismo) De la misma manera, perder la adulación del otro será devastador pues la persona se cree sin motivos para atraer a otras.

V. Apego al bienestar/placer de toda buena relación.

¿El apego normal? Riso, en esta última clasificación señala cuatro tipos de apego “común” pero no por ello menos dependientes. Aunque estén bien vistos por la sociedad y no representen esquemas inapropiados hay que tener ojo con su posible toxicidad. Dichos tipos de apego son;

i. El apego sexual

Pasión, erotismo y sexualidad mueven este eje. Dos personas encajan en el puzzle de este vínculo pero atención si uno decide romper con tal aventura, el otro tardará en recomponerse de esta dependencia tan física.

ii. Los mimos/contemplación

Aquí no es importante el sexo, lo verdaderamente importante es el gusto por los arrumacos. “Estoy a gusto en tu regazo” es el detonante para engancharse a un apego “Perfecto” entre “dador de amor” y receptor del mismo.

iii. Compañerismo/afinidad

La complicidad y el amiguismo forman un dúo perfecto en esta unión. No importa lo demás, lo verdaderamente importante es convivir con el mejor amigo.

iv. Tranquilidad

Según Riso, este tipo de apegos, suele darse después de los cuarenta años. Para estos sujetos, la paz evita cualquier conflicto. ¿A qué precio?…

Bibliografía

Riso, W (2008) ¿Amar o depender? Cómo superar el amor afectivo y hacer del amor una experiencia plena y saludable. Edición Planeta/Zenith, Barcelona

Marrone, M (2001) La teoría del apego: un enfoque actual. Con colaboraciones de Nicola Diamond y Luis Juri. Editorial Psimática, Madrid

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