Curiosidades

¿Qué es un asistente sexual?: Una figura especializada ante la discapacidad

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El sexo es un don de nuestra madre naturaleza que aporta goce, plenitud y beneficios psico-físicos. De él se habla en todas sus formas y variantes de manera más o menos libre aunque su condición permanezca tabú en lo social. El placer y el disfrute bautizan este acto desde lo coloquial pero detrás del mismo hay un mundo infinito de características que lo hacen especial. Biología, psicología y cultura se unifican en uno, para definir el sexo como una parte relevante en nuestras vidas. Ahora bien ¿qué sucede cuando este acto es imposible de realizar? ¿qué pasa ante la imposibilidad de su práctica? Miles de personas en todo el mundo presentan diversidad funcional, la cual cosa en muchos casos impide tener acceso al deseo, al deleite y a los beneficios del sexo. ¿Soluciones? El asistente sexual, se presenta como una alternativa no libre de críticas pero como una alternativa al fin y al cabo. Hablamos de personas que eligen dedicarse a “solucionar” los deficits de quien no puede gozar del sexo ya sea manteniendo relaciones sexuales con ellos, proporcionarles ayudas técnicas para realizar el acto o simplemente otorgar placer, deseo y cariño.
 
En Alemania, Bélgica, Holanda y Dinamarca lo ven natural y necesario, aunque solo en Suiza esta legalizada oficialmente la figura del asistente sexual. Tanto es así que se reciben ayudas económicas para sustentarlo. En España en cambio, se es más reacio, todo y que Catalunya es la primera comunidad donde una asociación sin ánimo de lucro ya ha aprobado un protocolo de servicios íntimos a personas con diversidad funcional. El debate está servido y las dudas, las críticas y las creencias hacen de esta figura un “fantasma” de los que pocos se atreven a hablar.
 
La película “Las sesiones” (2012) narra la historia de la vida real de un joven tetrapléjico de 38 años que solicita perder la virginidad. Su asistenta sexual, le ayudará a cumplir sus deseos, pero no solo esto sino que sin saberlo, este filme se convertirá en la puerta para que ciertos países empiecen a poner en práctica esta figura, los cuales definen como una persona que cumple un rol terapéutico y que no hay que confundir con prostitución. La diferencia, según relatan  los sexólogos expertos es que “las prostitutas solo esperan un negocio del sexo y  una sustituta sexual en cambio espera la mejora de la vida sexual” Dichos asistentes (hombres y mujeres) reciben formación básica y se preparan para apoyar la sexualidad de gente discapacitada.
 
Padres que se ven “obligados” a ejercer la masturbación de un hijo con discapacidad, personas amputadas que no pueden tocar sus genitales, sujetos que no pueden exclamar lo que necesitan, parejas que debido a su dificultad funcional no pueden por si mismos juntar sus cuerpos en un acto íntimo…son solo algunos ejemplos de personas que reclaman que se legalice la figura del asistente sexual en España y de que se pongan soluciones a este colectivo tan real como humano.
 
Considerándose un servicio de salud en muchos países, en muchos otros llueven las dudas, críticas y  confusiones. Los que ejercen su práctica destacan la importancia de la formación para saber qué es lo que necesita el sujeto en cuestión. A veces solo tocar y ser tocado, otras la penetración en sí misma, el juego erótico u otras muchas posibilidades. Sea como sea, es importante no partir desde el desconocimiento y saber qué necesidades hay que cubrir. Por otra parte, los discapacitados españoles quieren formar a asistentes para acceder a una sexualidad plena, tanto es así que diversas asociaciones se han movilizado en busca de una titulación oficial en universidades para popularizar su instrucción.
 
Los que desempeñan este servicio, lo viven como autorrealización y dicen estar orgullosos de ofrecer un servicio social. Algunas de estas personas tienen pareja y dedican un tiempo parcial a realizar estas actuaciones, otros consideran que es un puesto donde encaja su perfil y se entregan en cuerpo y alma a la defensa de la sexualidad en el ser humano, sea cual sea su condición.


Todo un complejo mundo donde los especialistas ofrecen una intervención que incluye la preparación afectiva-sexual, el acompañamiento sexual y la asistencia. ¿Una cuestión tabú que empieza a destaparse lentamente? Opiniones miles, defensas y juicios recaen sobre este tema tan biológico como psicológico y cultural. En España está lejos su legalización pero se habla a medias como una necesidad a cubrir. Estamos ante una tesitura que abarca todos los aspectos del
ser humano, principalmente el 
psicológico donde las personas afectadas por alguna discapacidad, se sienten discriminados. Tema sensible, conmovedor y difuso. El propio cuerpo, el contacto con otro y la posibilidad del goce sexual, el sentimiento y las particularidades psicológicas asociadas a la sexualidad, hacen
reflexionar. ¿Dónde están los límites entre necesidad y bienestar personal…?

 

 
 
Bibliografía
 
 
 
Núria Costa, psicóloga

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